Saturday, July 14, 2007

Every Day a Little Death


Todas las mañanas, entre el momento del café y el de la ducha, leo el diario. Y cada día, por lo mismo, parto con mi corazón pesado frente a la larga letanía de tragedias que no por repetidas son menos dolorosas.
Cada día “The New York Times” trae en su primera página otra horrorosa fotografía de Irak.

150 muertos en Amerli, al norte de Bagdad, victimas de un devoto suicida que, con la dulce promesa del martirio y un paraíso lleno de vírgenes, decide correr hacia un mercado repleto de gente en un camión cargado con casi cinco toneladas de explosivos escondidos debajo de sandías, ofreciendo su sacrificio, y el de sus víctimas, a Alah.

El Departamento de Defensa anuncia que, desde el comienzo de la guerra, ha habido 3,588 soldados americanos muertos. Entre las últimas victimas están Steven Daugherty, 28 años, de Barstow, California; Keith Kline, 24 años, de Oak Harbor, Ohio; y Michelle Ring, también de 24, de Martin, Tennessee.

Busco en Google un mapa de Martin, Tennessee, y me encuentro con un poblado de media docena de calles cruzado por la carretera 431.

El pueblo tiene su propio periódico, “The Jackson Sun”, que anuncia en su página web que la policía, en su búsqueda de un asesino en serie, ha decidido registrar camiones en la carretera.

También dice que la ganadora del concurso “Miss Tennesse 2007” es Grace Gore (esta sección viene acompañada de un ‘online special’ con videos y blogs). “Había tantas chicas maravillosas, no puedo creer que tengo una corona en mi cabeza”, declara la reina de belleza.

“The Jackson Sun”, además, ofrece una encuesta a sus lectores, que ahora pueden votar frente a la siguiente pregunta: ¿Cree que America está ahora mas a salvo de los terroristas que en el 2001?

Regreso a “The New York Times”.

Insurgentes en Irak asesinan una madura pareja Iraquí que trabajaba en la embajada americana. Aparentemente, el grupo “Estado Islámico de Irak” secuestró al marido, lo asesinó, y luego mató a su mujer cuando ella apareció con los 1,600 dólares del rescate. “Ella era una dama muy dulce”, dice un funcionario de la embajada, “Esto es increíble”.

Lo increíble es que un funcionario de la embajada americana en Irak todavía encuentre algo increíble.

Recuerdo otro secuestro sobre el que leí hace un tiempo. Otros insurgentes en Irak- o los mismos, quien sabe- secuestraron a un niño de cinco o seis años, lo cubrieron de explosivos, lo amarraron al asiento trasero de un automóvil para despistar a la policía ( ¿quien pensaría que un auto ocupado solo por un niño podría ser tan letal?) y a la distancia, y a través de un celular, lo detonaron.

Sigo leyendo.

Un diluvio deja 660 muertos en India.

Un organismo llamado “The Lower Manhattan Security Initiative” planea instalar 3,000 cámaras en la punta sur de la ciudad como táctica antiterrorista, un sistema parecido al “circulo de acero” que rodea Londres.

Una niña de siete años, Tajahnique Lee, muere asesinada por una bala furtiva disparada durante una pelea callejera entre pandillas en Trenton, New Jersey. Aunque el lugar estaba lleno de gente, no hay testigos.
La propia abuela de la victima dice que no hablará con la policía porque, si lo hace, tendria que mudarse “fuera del país”.

Sigo leyendo.

Buenas noticias: Margaret Hill, una ciudadana británica, fue liberada cuatro días después de haber sido secuestrada por mercenarios armados en Nigeria. “Estaba un poco en trance cuando la recuperamos’, dicen sus padres a la AP, “Creemos que no comió mucho, porque está muy hambrienta. También está cubierta de picadas de mosquitos. Le duelen mucho”.

La victima habló por teléfono con la AP, y declaró que estaba “bien” y muy contenta de ver a su mamá.

Margaret tiene tres años.

Todo esto en un día.

En mi cabeza, mientras me dirijo a la ducha, ronda una canción del musical “A Little Night Music”,

Every day a little death
In the parlor, in the bed
In the curtains, in the silver
In the buttons, in the bread
Every day a little sting
In the heart and in the head
Every move and every breath
And you hardly feel a thing
Brings a perfect little death

1 comment:

Pame Recetas said...

NO death can be a little one!