Friday, August 5, 2011

The Beauty of Anger


Medio en Silencio se une al “invierno del descontento” chileno, a los gritos de cambio, a la protesta callejera, a las grandes Alamedas, al “I Have a Dream” y las demandas por un país más justo y ecuánime… siempre y cuando eso no signifique destrozar las plantas y jardines del Parque Forestal.

Como dijo el Presidente Piñera, “todo tiene su limite”.

La nube del gas lacrimógeno ha llegado hasta nuestras oficinas en Nueva York, y desde aquí, compañeros, les enviamos un saludo solidario y un puño en alto (no a la Snooki, sino a la Michel Rocard), convencidos de que Chile necesita educación gratuita, matrimonio gay, Patagonia sin represas y ballenas fértiles y felices ( o lo que sea que Leonor Varela esté promoviendo esta semana en su cuenta twitter).

Las protestas en Chile no son nuevas- bombas lacrimógenas, guanacos, cacerolazos son un deja vú si uno tiene cierta edad-, pero no recuerdo haber visto jamás una protesta más linda que la que actual.

Mire estas caras.

Si Camila Vallejo y Giorgio Jackson- su nombre verdadero, creemos- hubieran liderado los movimientos estudiantiles hace unas décadas, es probable que los gritos de Democracia no hubieran terminado solo en las paginas de “Análisis” y "LIberation", sino también en la portada de “Seventeen”.

De pronto, es como si las protestas en Chile hubieran sido sometidas a un casting de la agencia Elite.

Solo queda imaginar las enormes posibilidades de esta nueva y atractiva causa estudiantil, los millones que “Molotov: Le Parfum by Camilla Vallejos” (“Una explosión en tu piel”) o la línea de bufandas y ropa interior de Giorgio Jackson podrían significar para la lucha . (“La Verdadera Revolución se Vive por Dentro: Jackson Underwear”)

Zac Efron (Giorgio Jackson) y Olivia Wilde(Camila Vallejo) podrian llevar la revuelta popular a la pantalla grande dirigidos por Michael Bay- “Transformers”, “Armageddon”, “Pearl Harbour”- en una producción de Twentieth Century Fox financiada por el Fondart.

Pero la educación gratuita no es la única causa seductora esta temporada. Pablo Simonetti y Luis Larrain han convertido el matrimonio igualitario en una bandera de batalla enorme, que va desde la terraza del Club de Golf hasta el último probador de Alonso de Córdova.

Seduciendo a la “gauche” sin espantar a la “droit”, Simonetti es el Neruda del nuevo milenio, un escritor talentoso y un intelectual de primera que reconoce la desigualdad y la injusticia con la misma rapidez con que reconoce el mal champagne.

Quizás nos estamos adelantando a los acontecimientos, pero no nos sorprendería que Polo Ralph Lauren aparezca pronto como un entusiasta patrocinador del matrimonio gay en Chile con el escritor como rostro exclusivo. ¿Cómo no? Si alguien puede promover simultáneamente las ventajas de la igualdad y el cashmere, es Simonetti.

A su lado está Luis Larrain,que tiene el modelaje, la revolucion social y a Twitter entre sus actividades. Luis es el “poster boy” de la Fundación Iguales. Antes sirvió de carnada para que el Presidente Piñera ganara el voto gay, y luego, cuando el Presidente traicionó su promesa, desató la furia de su sonrisa en contra de los poderes fácticos.

Hasta la abuela más reaccionaria, la más recalcitrante religiosa, se derretiría frente a este activista nacional que parece sacado de un capitulo de “Gossip Girl”.

Quien sabe lo que sucederá en el futuro en Chile. Pero sea lo que sea, sin duda el país tendrá mejor cara.