Friday, August 8, 2008

Carolina Herrera has something to say about MEN...


Hace un tiempo la revista Cosas me envió a entrevistar a Carolina Herrera, que por esos días lanzaba la versión masculina de su perfume “212’.

No era la primera vez que la entrevistaba, y la idea de volver a conversar sobre qué le parece elegante o qué piezas necesita toda mujer en su guardarropa, seguramente habría provocado un gigantesco bostezo en ella, usted y yo.

Por lo mismo, decidimos hablar de hombres y solo hombres.

Es una de las entrevistas mas sorprendentes que he hecho , porque esta mujer, de elegancia y discreción legendarias, dijo cosas que no esperaba escuchar de su boca.

Aquí, parte de nuestra conversación.

-¿Es difícil para una mujer crear productos para hombres?
-No creo, porque no soy una de esas diseñadoras que quiere ver al hombre vestido femeninamente. A mí me gustan los hombres clásicos. No veo a un hombre con una falda, por ejemplo, como ocurre con la última colección masculina de Galliano donde todos estaban vestidos como mujeres. Una mujer no diseñaría jamás algo así.

-¿Qué influencia tiene tu marido, Reinaldo, en tu trabajo?
-Yo lo consulto muchísimo, porque Reinaldo tiene un gusto fantástico y un ojo maravilloso. Le pregunto mucho sobre los aromas, las botellas; tiene muchas cosas que decir sobre estos temas.

-¿Y qué admiras de su estilo?
-Yo creo que Reinaldo, en ese sentido, es como mi hija Carolina: no piensan en la moda, pero tienen un estilo propio. Cualquier cosa que se pongan les queda bien. Reinaldo se amarra un sweater o se pone, como hacia años atrás, una corbata en la cintura, y le queda fantástico. Es algo que lo tienes o no lo tienes; es innato. No se puede aprender ni enseñar.

-¿Nunca extrañaste tener un hijo hombre?
-Nunca lo pensé. Tengo nietos, tres varones, y los adoro porque me tratan como si fuera de la misma edad de ellos. Es divertidísimo, porque los niños cuando están creciendo juegan diferente a las mujeres- pelean, juegan con sus carros-, en cambio tu sientas a las niñitas y se quedan ahí todo el día con sus muñequitas. Los hombres son mucho mas activos. Recuerdo que una vez mi hija Mercedes se fue Portillo a esquiar, y yo me quedé en Caracas con la nana a cargo del pequeñito, Rodrigo. Un día vino la nana y me anunció: ‘el niño está aprendiendo a caminar y creo que en cualquier momento se suelta’. Yo le dije que por ningún motivo lo pusiera en el suelo hasta que llegara su madre, porque si había un porrazo, que lo recibiera ella. Se me quedó mirando como yo fuera una anormal. Yo estaba acostumbrada a mis niñas, que lo mas que hacían era maquillarse o disfrazarse. Los niños son distintos.

-¿Qué opinas de los hombres metrosexuales?
-.¿Qué es un metrosexual? Explícamelo.

-Supuestamente son hombres que están mas en contacto con su lado femenino, saben de arte, de cocina, se preocupan de su físico, de su guardarropa…
-Eso no se llama metrosexualidad, sino educación y sensibilidad. Casi todos los europeos lo tienen, y los sudamericanos lo tenían y lo perdieron. Los hombres deberían saber de todo, de cocina, de arte…Hay muchos más hombres que mujeres cocineros, y lo mismo ocurre en la decoración, la moda…Los hombres tienen un ojo fantástico, mejor que las mujeres, y si les gusta un mueble divino y saben de pintura ¿Por qué los van a llamar metrosexuales?

-¿Qué te parece que los hombres se hagan pedicures, manicures o faciales?
-A mí me encanta que estén muy ‘soigne”. Claro que no me gusta que se pinten las uñas, pero que tengan las manos arregladas y los pies hechos, ¿Por qué no? A los hombres les gusta tanto verse bien como a las mujeres. Si yo te doy la última crema, seguro que te la pones para evitar las arrugas o lo que sea. Y si se van a hacer un facial, ¿Por qué no?

-Hay quienes piensan que eso atenta contra la virilidad…
-Yo creo que es todo lo contrario. A las mujeres les gustan los hombres bien puestos, limpios…Eso es más masculino que uno de esos que huelen malísimo y están todos desmechados. ¡Por favor! A veces te montas en los aviones y son unas ofensas, con las piernas todas peludas y oliendo infame.

-¿Qué otra cualidad debe tener un hombre para que te parezca interesante?
-Sentido del humor. Una nunca olvida a un hombre que te hace reír. Puede haber otros hermosísimos, pero si son aburridos te va a dar un fastidio enorme sentarte junto a ellos en una comida. También me gusta que no hablen solo de negocios, sino que te escuchen. Hay hombres que te hacen sentir como la única persona presente en la habitación cuando estas hablando, igual como lo hacen algunas mujeres, y eso es lo mas ‘charming’ que puede existir. No me gusta cuando después de comida los hombres se ponen a hablar de negocios a un lado y dejan a las mujeres solas. Eso no puede ser. Si quieres hablar de negocios, hazlo en el almuerzo o la oficina. Pero de noche hay que hacer un esfuerzo y dejar que las mujeres hablen un poco.

-Aparte de tu marido ¿Que otros hombres han sido importantes en tu vida?
-Mi padre, que era un hombre fantástico, muy buenmozo. Ahí lo tienes –dice indicando una antigua fotografía sobre una mesa de su oficina- Tenia fama de guapísimo. Crecí en una familia de hombres muy guapos y mujeres muy bellas, entonces estoy muy mal acostumbrada con los hombres. Mi suegro era fantásticamente buenmozo, igual que Reinaldo, su hermano, todos mis tíos…Todos guapísimos y muy bien vestidos. Nunca me senté a la mesa sin que mi padre tuviera una chaqueta puesta. Reinaldo es igual; él no se sienta a la mesa sin una chaqueta, aunque esté comiendo a solas conmigo.

-¿Tu relación con tu padre era de amigos o de padre-hija?
-De padre-hija. No creo que las relaciones con los padres ni con las madres deba ser de mejores amigos. Eso no existe. Eso que te dicen por ahí de que la madre es la mejor amiga, es mentira. Tu hija le cuenta a su mejor amiga lo que no te cuenta a ti, y tu no le vas a contar a tu hija tampoco lo que le cuentas a tus amigas. Por lo menos esa es la relación que yo quiero con mis hijas. Mi padre era un hombre fantástico, pero no estábamos todo el día con él ni lo veíamos todo el tiempo. Cuando estábamos más grandes, a veces comíamos con él.

-¿Era estricto?
-Sí, pero estricto en el sentido que no le gustaba que las niñas salieran solas. Teníamos que tener siempre una chaperona y nunca salíamos libres, como lo hacen ahora, cosa que a mí me habría encantado hacer. Era un hombre increíble y tremendo.

-¿Tremendo en que sentido?
-Yo creo que tenia muchas amigas, pero mi mamá era una mujer fantástica, una figura muy romántica y muy directa, y nunca nos enteramos de todos los “affaires” de mi papá, porque ella nunca lo habló con nosotras.

-¿Ella lo sabia entonces?
-Claro que lo sabia. Pero en esa casa, delante de nosotros, nunca cambió nada.

-¿Las infidelidades creaban conflicto o eran aceptadas como algo normal?
-Es que los hombres siempre han tenido “affaires”, pero lo sabían hacer. No existían esos escándalos que hay ahora, cuando no les importa nada. Mi mamá estuvo casada hasta que se murió y no armó jamás ningún escándalo por estas cosas. Yo creo que lo aceptaba.

-¿Los hombres son infieles por naturaleza?
-Sí, y las mujeres también. Pero los hombres lo son mas, porque les resulta más fácil y tienen mas oportunidades.

-Tu también has tenido muchos amigos hombres….
-Sí, muchísimos.

-¿Entonces es posible la amistad entre hombres y mujeres?
-Creo que si, que es muy posible.

-¿No existe tensión?
-No. Yo he tenido amigos hombres de todas clases, y muchas veces han sido mejores amigos que las mujeres.

-¿Reinaldo no se pone celoso?
-No, porque además él es mi mejor amigo. Y mi amistad con mis amigos es eso, amistad, y él tiene muy buenas amigas y yo tampoco me pongo celosa.

-¿Que es lo peor que puede hacer un hombre cuando quiere seducir a una mujer?
-Esos ataques abiertos, cuando se te tiran encima. A mí me gustan mas los seductores, porque no hay nada más bonito que el flirteo. Y los hombres, cuando saben flirtear, son fantásticos. Es un romance que se ha perdido.

-¿Y en términos de estilo, que es lo peor?
–Yo me fijo mucho en los zapatos, otra cosa en la que estoy muy mal acostumbrada porque todos los hombres que conozco tienen zapatos maravillosos. Lo que odio es cuando los hombres se ponen muchas joyas. ¡Oh, lo odio! Lo único que deberían usar es un reloj y unas colleras bonitas. Tampoco me gustan los colores fuertes, las chaquetas moradas y cosas de esas.

-¿Qué le enseñaste a tus hijas sobre los hombres?
-¿Qué les voy a enseñar yo? Creo que todo lo que saben lo aprendieron de su padre, igual como yo lo aprendí del mío. Una aprende viendo la actitud, la forma de ser, el camino por el que te han educado…A mí lo único que me importa es que estén con hombres que sean de su misma educación, que las quieran, y que sean serios y trabajadores.

-¿Qué consejos le diste a tus hijas cuando se casaron?
-El consejo que siempre les doy es que sean amigas de sus maridos y que los problemas hay que solucionarlos entre los dos. No se puede decir “me hicieron esto o lo otro”, porque tu también hiciste algo. Si hablas duro, te contestan duro. Y si hablas muy suavemente, el asunto se desarma. Creo que es importantísimo que haya comprensión y amistad, porque la pasión del principio quizás se va durmiendo, pero la amistad y el amor queda.


-¿Cuánto tiempo llevas casada con Reinaldo?
-34 años. Y nuestro secreto es esa amistad y entendimiento. Nos reímos de las mismas cosas y tenemos el mismo gusto; nos gusta leer, viajar, los perros…Hay miles de cosas que nos parecen diferente y por supuesto que discutimos, pero no me acuerdo de haber peleado con él y no haber solucionado el problema ahí mismo. Nunca han pasados días sin que nos hablemos, nunca me he ido a dormir disgustada con él. Siempre son discusiones tontas, y, a Dios gracias, nunca hemos tenido una gran crisis.

-¿A qué atribuyes que las separaciones y los divorcios sean cada vez más comunes?
-Eso ocurre porque ahora ni las mujeres ni los hombres aguantan nada. Yo conozco muchas parejas jóvenes que se han casado enamoradísimas y se separan poco después porque sienten que ya no están enamorados. Eso dice mucho, y es algo que no pasaba antes porque las mujeres eran mas pacientes y había una vida hecha. Hoy en día dicen “lo dejo y me consigo otro”. Como hay tantos divorcios y niños que crecen con dos o tres padres, esto se ha hecho una costumbre. Antes una pensaba en lo que iban a sufrir los niños, pero ahora vas a cualquier colegio y la mayoría tiene dos papás y dos mamás.

-¿Tu, que eres una celebridad internacional, como entiendes que tantos famosos discutan sus rupturas y noviazgos en la prensa?
-Lo odio, me parece lo más innecesario del mundo. Yo vendo vestidos y perfumes, no mi vida. Hay cosas que no se deben hablar. Yo estoy totalmente en desacuerdo con la “prensa del corazón”. Mira España, por ejemplo. ¿Cómo es posible que un país tan educado, que podría hablar de literatura, de arte, de cosas de mas altura, caiga en esto? Una enciende la televisión y siempre están hablando de la vida del otro. Eso es lo más increíble que he visto en mi vida. La prensa puede desbaratar la vida de alguien inventando algo que ni siquiera es verdad. Yo encuentro que la vida privada es sagrada, que una cuenta lo que quiere ver escrito y nada más. Una no puede abrir toda su vida.

-¿A qué atribuyes el interés del público en este tipo de prensa?
-Es una cosa malsana. Yo he estado en comidas en España y lo único que se oye en la mesa es lo que leyeron en el “Hola” sobre quién estaba con quién. No les interesa nada más. Son conversaciones que no llevan a nada ni te dejan nada.

-¿Lees la prensa?
-Sí, todos los días y desde que soy niña. Toda mi vida me han atraído los periódicos. Donde quiera que viaje, lo primero que hago es pedir todos los periódicos del día. Revistas leo poco porque no tengo tiempo, y veo películas en la televisión.

-¿Ves reality shows?
-No, no los veo. Pero lo que sí me encanta es “El Show de Lucy”.

-Volviendo a los hombres, ¿Qué actores te gustan?
-Me encanta Brad Pitt, es guapísimo. Y adoro a Ralph Fiennes, que lo encuentro increíble en su ‘look’ y su talento. Y de los antiguos me encantaba Gary Cooper, que era el rey del mundo. Los actores viejos eran mucho más elegantes. Hoy en día son igual de guapos, pero no tienen la misma actitud. Y lo mismo sucede con las actrices. Antes las estrellas se cuidaban mucho porque se debían a su público, pero hoy los ves y ni los reconoces en la calle porque no se parecen nada a como aparecen en pantalla.

3 comments:

Anonymous said...

Este me encantó, CH, cercana, humana, leyendo la prensa, pensando solo en vender perfumes y vestidos. Interesante entrevista. Hablar de los hombres, de los amigos...bueno!

Anonymous said...

me encabta esta mujer me parece una mujer exlente impecable atractiva !!!! la admiro de una manera INCREIBLE!!!

Anonymous said...

simplemente fabulosa, encantadora, facsinante. Asi la describiria. Me encanta su perfume 212woman.