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Todo lo que sé de negocios lo aprendí de “Dinastía”.
Sentado en el living de mi casa, junto a mi bisabuela, que usaba una lupa para observar las arrugas de Alexis Carrington en su propia “High Definition”, me enteré de que para sobrevivir en el mundo del dinero hace falta mas actitud que talento.
Un golpazo de puertas o un carterazo hacen maravillas en el salón del directorio, si mal no recuerdo, y eso es lo que- aplauso, aplauso- ha hecho el Presidente Bush en estos días.
700 mil millones de dólares, pidió.
¿Y por qué no? Si Joan Collins hubiera estado en su lugar, la suma seria el doble. Y las hombreras, el triple.
La crisis de Wall Street me tiene confundido, pero según la revista “Time” de esta semana, no soy el único.
“Lo que está sucediendo es terriblemente confuso y aterrador incluso para personas como nosotros”, comentaron la semana pasada Andy Serwer y Allan Sloan, los editores económicos de esa publicación, “Entre ambos, llevamos mas de 35 años escribiendo sobre negocios, y nunca habíamos visto algo similar. Es como si Stephen King estuviera canalizando a Allan Greenspan para producir historias de terror llenas de números negativos”.
Gracias a Dios, mi fortuna personal no está en peligro.
Igual que hizo Alexis inmediatamente después del ataque terrorista durante la boda de su hija en el principado de Moldavia, he guardado buena parte de mis bienes en una bolsita de cuero rojo en el tercer cajón del velador, a salvo de los vaivenes del mercado.
Mi amigos decían que estaba loco.
¿Quién es loco ahora?
Preferiría perder un 180 por ciento de interés sobre mis 500 dólares, antes que entregárselos a un señor y truhán como Richard Fuld, el director de Lehman Brothers, que con el dinero de otros menos astutos –que seguramente jamás vieron Dinastía- adquirió yates, villas y jets tan lujosos que la propia Alexis habría sentido envidia.
Ahora Fuld anda por la calle acompañado de guardaespaldas, como si fuera un Carrington.
Leo la edición de “New York Magazine” esta semana- “!!Pánico 2008!!”- y me entero que Hedge Funders que a principios de mes eran millonarios, ahora solo tienen “un par de cientos de miles de dólares’.
La revista informa que la grave situación ha llevado a que matrimonios sean cancelados.
Mi corazón va hacia los floristas y banqueteros involucrados en la masacre.
¿Qué haría Alexis en este caso?, me pregunto, mientras reviso las nuevas tendencias de otoño en “VMan”. (El “preppy look” viene con todo)
Lo primero, seguro, seria arrancar a algún país bananero con dos maletas. Una llena de ropa. La otra llena de oro. Y una vez ahí, hacer buenas migas con el dictador de turno.
¿Estará Chávez disponible en Facebook?